Tiempo atrás, Duchamp se hizo el loco y bardeó poniéndole bigotes y barba a la mona lisa, que por cierto eran unos hermosos y refinados bigotes que solo posee la gente de muy buen gusto y urbanidad.
Hoy propongo dejar a un lado la provocación infantiloide y naif de Marcel Duchamp, y reformular como Dios manda el maravilloso cuadro del Leo Da Vinci. Antes de ver esta provocación sin precedentes, ruego que sujeten con fuerza sus sombreros bombines, sus bisoñes y cofias en el caso de las damas (no vaya a ser cosa de que se les vuelen debido al escándalo), y aferren muy bien sus monóculos y binoculares de varilla para poder apreciar en detalle esta sublime aberración que ha parido el arte periferico.
Preparados...
Listos...
YA!!!!
DUCHAMP, SE TE VE LA TANGAAAAAA!!! VAMO' LO PIBE LOCOOO!!!
"A veces, mal que nos pese, lo grasa y lo sublime van de la mano", dijo un enano.
Disculpen el codigo localista de la obra de arte. Pero sigo el consejo de grandes sabios: Think locally, fuck globally!!!
From te capital of te periferia for oll te guorld. Enjoy this mess, homelees!!!
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